Típico en Hungría pero también muy conocido en Rumanía, el Kürtöskalács es un postre que tiene forma de cilindro y está preparado con una delgada masa de levadura, a la cual se le puede agregar azúcar y canela, siendo la más básica. Sin embargo, su sabor es aún mejor si se le añade nuez, almendras y coco. El exterior de este postre es crujiente y tostado, pues este cilindro se cocina a fuego lento sostenido por un pincho.
Muchas personas, incluso rumanos, piensan que este postre tiene sus orígenes en Hungría, empero, la realidad es que el Kürtöskalács se creó en Transilvania, región rumana con importante influencia húngara, debido a que en el pasado Transilvania perteneció a Hungría.
La palabra Kürtöskalács está compuesta por dos palabras húngaras, la primera es “Kürtös” que quiere decir “chimenea” y “kalács” que quiere decir “pastel”.
Los rumanos comen este postre en compañía de sus amigos, lo suelen hacer visitando terrazas en verano y cafeterías en invierno.